Los muros del recinto y los de la ciudadela tenían un grosor de más de 10 metros, y la técnica empleada para su construcción revela una gran habilidad. Una parte de los textos ya descifrados nos da indicaciones sobre la manera en que eran manejados los bloques de granito de 40 toneladas, elevados y ajustados por los ingenieros a más de 60 metros de altura. Sin embargo, aunque se explique el procedimiento, nos parece asombroso que pudiese realizarse semejante hazaña. Se ha conseguido también descifrar algunos textos relativos a la contabilidad y a las reservas. Uno de ellos nos dice que se almacenaban 375.000 litros de vino para el consumo del rey y de los nobles. Un disco de oro, cuyos motivos, minuciosa y artísticamente grabados, nos permiten establecer singulares comparaciones. Las tumbas son copias reducidas de las casas y los cadáveres son suntuosamente ataviados antes de enterrarlos; se colocan armas en las tumbas de los hombres, y joyas en las de las mujeres.
Los muebles tenían adornos de oro y de plata; las patas de bronce de las mesas y de las camas presentaban la forma de pezuñas de caballo o de macho cabrío. Cabezas de toro decoraban los calderos. Para ejecutar el minucioso dibujo de los frescos, los artistas disponían de reglas y compases. Catal Huyuk, fue destruido probablemente por los escitas a mediados del VI a. C.
Poseían unas técnicas tan complicadas como la consistente en practicar en una bola de dura piedra un orificio más fino que la más fina aguja.
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