Pirámide de Tikal.
Las pirámides de Tikal ensalzan de manera especial la unión entre la tierra y el cielo: hay una formidable «escalera» que permite a los sacerdotes ascender a lo más alto y comunicarse con los dioses del cosmos.
Es en Tikal donde la arquitectura maya clásica se manifiesta más libremente. En esta inmensa metrópoli que, en su apogeo, tuvo que albergar a decenas de miles de habitantes y absorber la producción de todo el Petén, la concentración del poder político y religioso obligó a dedicar enormes esfuerzos a la edificación de un conjunto de monumentos grandiosos, cuya función sagrada se conjugaba con el ceremonial.
La colosal pirámide del templo IV de Tikal tiene 70 m de alto por una base de unos 60 x50 m., y data del siglo VII. Sobre el enorme zócalo —generalmente con escalones superpuestos.
El templo es la minúscula estancia superior. La cresta es un mero adorno.
Pirámide de Palenque
La Tumba del Rey Pacal
En Palenque la función es diferente. En su base, como ocurre con las pirámides de Egipto, se encuentra una tumba subterránea horadada dentro de la construcción. Allí descansa los restos mortales del soberano divinizado.
Las pirámides mayas en su mayoría fueron construidas por bloques de piedra, sin embargo hay también pirámides construidos por ladrillos de barro.
Pirámide de Comalcalco en Tabasco
Construcciones de ladrillo cocido
Algunas construcciones se hicieron con fines astronómicos (el Caracol, observatorio de Chichen-ltza; la torre del Palacio de Palenque). En varios sitios del Peten de Guatemala, la disposición de ciertos edificios (Grupo E, en Uaxactum) sugiere la intención de establecer visuales hacia puntos de interés astronómico (puesta del Sol en los solsticios y equinoccios) desde un punto definido. Los templos mismos, edificados en la cima de las pirámides, ofrecían ciertas posibilidades para las observaciones, ya que estaban situados por encima del resto de las construcciones, cerros y bosques.
Con recursos técnicos tan elementales, los astrónomos mayas, probablemente sacerdotes especializados, lograron estudiar y precisar las revoluciones cíclicas de ciertos astros, como el sol, la luna, el planeta Venus y se supone otros planetas y constelaciones de estrellas. Para alcanzar estos resultados debieron necesitar una continua observación, un registro minucioso de sus cálculos y la transmisión de los datos de una generación a la siguiente.
El Caracol – Chichen Itza
Llega a ser un astro "oscuro", hasta que se zambulle inverso debajo del horizonte, (de ahí el simbolismo del "Dios que se zambulle") sólo aparecer en el lado opuesto del sol tras de unos 50 días en promedio. Entonces sube como el astro de la tarde y queda en el cielo nocturno aproximadamente 260 días hasta que va por su máxima elongación oriental y toma su mayor brillantez antes de llegar a la Conjunción Inferior de nuevo.
Los mayas hicieron observaciones del día de Venus. Venus tenía un efecto psicológico en ellos y otras culturas Mesoamericanas, se ha mostrado que los mayas cronometraron algunas de sus guerras basándose en los puntos estacionarios de Venus y Júpiter.
El pensamiento Maya evidentemente se enfocaba también en el Sol y lo observaron, rastreando el camino a lo largo de la eclíptica. Ellos lo seguían durante el año, partidarios presumiblemente de su camino a lo largo del horizonte como tal.
En Chichen-Itza durante el ocaso del sol la serpiente de luz sube arriba por el lado de la escalera de la pirámide llamado "El Castillo" en el primer día de primavera y equinoccio del otoño. Se entiende que los mayas no solo observaban las posiciones extremas del Sol en los Solsticios, sino también los equinoccios. Además del Paso Zenital mencionado antes, observaciones de eclipses y más.
Templo de los Guerreros y Pirámide del Castillo
Los Mayas tenían un componente lunar en sus inscripciones calendarías. En el Arte Maya esta representada la Eclíptica como una Serpiente de Dos Cabezas. La eclíptica es el camino del sol en el cielo, que esta marcado por las constelaciones de estrellas fijas. Aquí la luna y los planetas se pueden hallar porque se limitan, como la Tierra al orbe del sol.
A esto se le llama también el zodíaco y son las constelaciones visibles en la eclíptica. La Vía Láctea se veneró mucho. Ellos la llamaron el Árbol del Mundo, que se representó por un alto y majestuoso árbol floreciente de la Ceiba.
La Vía Láctea era también llamó el Wakah Chan. Wak significa "Seis", "Ascender" o "Derecho"; Chan o K'an significa "Cuatro", "Serpiente" o "Cielo." Así podríamos interpretarlo como "La Regla del Cielo" o "La Serpiente Ascendente".
El Árbol del Mundo estaba erecto cuando Sagitario era bien encima del horizonte. En este momento la Vía Láctea subió arriba del horizonte y subió sobre la cabeza en el Norte. Las estrellas y nebulosas le dan forma al ojo humano de un "árbol de la vida": la Vía Láctea de donde toda vida proviene. Sagitario es la constelación más cercano, al centro de nuestra galaxia, desde la perspectiva de la Tierra.
El fenómeno en el que la constelación de Sagitario es más resplandeciente durante las primeras horas del atardecer es durante el 25 de Julio, día que los Europeos conocen como la Fiesta del Camino de Santiago, pues es cuando la
Vía Láctea (el Camino de Santiago) es más notorio de oriente a occidente tras del atardecer en Francia, España y Portugal.
Un elemento mayor del Árbol del Mundo incluye al Monstruo Kawak (la Tormenta que arrasa todo) representado por una cabeza del gigante con un kin en su frente.